sábado, 7 de mayo de 2011

A mi amiga

Por esas amistades que no entienden de distancias, ni de tiempo, ni de edades...
Gracias por prestarme tu hombro.

Amiga...
hoy necesito tu hombro para llorar
necesito explicarte mis penas
compartir mi dolor contigo
tu que siempre estás conmigo
cuando nadie más lo está.

Amiga...
siento frío en mi interior
siento que se heló la sangre de mis venas
y que el corazón no late
cansado de esperar.

Siento que muero por su ausencia
y que no puedo vivir si él no está
que con su partida se llevó cautivas
mis fuerzas y mis ganas de luchar.

Amiga...
recoge los pedazos que queden de mi
y jamás permitas que un hombre
me vuelva a hacer sufrir así.

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