Supongo que por ti

  
Supongo que por ti todo es distinto
que la nostalgia se desvanece al estar contigo
que sonrío sin pensar si debo hacerlo
que me siento viva y no es forzado.

Supongo que el silencio ya no molesta
si sólo con tu presencia ya estoy servida
si nunca antes me sentí más viva
y ni siquiera me da miedo sentir tu ausencia.

Supongo que por ti respiro vida
que la ilusión me invade cuando debe
que explico todo lo inexplicable
porque el sin sentido se ha cumplido si estoy contigo.

I què si ja no...

 
I què si ja no m'interesses
si ja no tinc ganes d'estar amb tu
si els meus plans volen lluny d'aquí
si he oblidat qui vaig ser al teu costat?

I què si no m'importes ni una mica
si no et tinc compassió
si l'únic que m'uneix a tu
és la indiferència i la cordialitat?


I què si començo a pensar en mi per primera vegada
si ja no et vull fer feliç a tu sinó a mi
si no et vull mal, ni dolor, ni patiment?
I què si ni tan sols et vull?

Sssshhht...

Sssssshhht...

No hagas ruido, voy a dormirme ya
terminó el tiempo de hablar
no hagas ruido y quédate aquí conmigo
consciente que cuando despierte
ya no estarás aquí.

Fue un placer conocerte
volverte a ver y recordar
porqué un día me enamoré de ti
aunque eso me recuerde
que tu nunca lo hiciste de mi.

Espero que seas muy feliz con ella
porqué esa fue tu elección
perdona que nunca te hablara de mis sentimientos
y no te abriera mi corazón.

Mi error me valió perderte
y ahora no lucharé por ti
porqué con tu indiferencia me mostraste
que tu tampoco lo hiciste por mi.

Y no es tu cobardía lo que me frena
si ese hubiera sido el motivo
del frío entre tu y yo,
pero sé que no era el calor de mis brazos el que anhelabas
y con dignidad ahora me duermo a tu lado
a sabiendas que cuando despierte
junto con tu ausencia no habrá más dolor.

Dulce idilio

Esta última poesía la escribí hace muchos años, hacia el 2004 aproximadamente. Hoy la he recuperado y la comparto en mi espacio de poesía.

En la noche de un día eterno
tus pasos me persigue como una sombra
mientras busco una luz de guía
que temblorosa se esconde porqué tiene miedo.

Tus armas son mis días,
con cada uno de ellos,
como espada afilada clavada en mi pecho,
alejas de mi el espejismo de la vida.

Y con este juego al que me condenas
me haces esclava de un dulce idilio
que cada noche me regala la luna
y me arrebata el envidioso día.