martes, 24 de enero de 2012

Dulce idilio


Esta última poesía la escribí hace muchos años, hacia el 2004 aproximadamente. Hoy la he recuperado y la comparto en mi espacio de poesía.

En la noche de un día eterno
tus pasos me persigue como una sombra
mientras busco una luz de guía
que temblorosa se esconde porqué tiene miedo.

Tus armas son mis días,
con cada uno de ellos,
como espada afilada clavada en mi pecho,
alejas de mi el espejismo de la vida.

Y con este juego al que me condenas
me haces esclava de un dulce idilio
que cada noche me regala la luna
y me arrebata el envidioso día.