lunes, 9 de febrero de 2009

Rayo madrugador

Mmmmhhh...

Siento el primer rayo del sol que entra esta mañana en mi habitación. Todo es oscuro, pero la luz ya empieza a dibujar la silueta de un día mejor.

Aún huele a húmedo por la tormenta de anoche, pero ya intuyo que este rayo madrugador, es el preludio de un día claro, intenso. De un día lleno de vida. De reflexiones y también de disculpas. De esperanza y de perdón. Este rayo, cómplice de una luz que brilla más que nunca, me susurra que hoy el sol salió para mi.

Ayer tuve miedo al atardecer, porque la lluvia apagó la endeble llama que flameaba en mi interior, y perdida en un noche oscura, en la que ni la propia luna quiso ofrecerme su romántico esplendor, me rendí y solté las riendas de mi corazón.

Pero hoy, el olor del sol intenso me ha hecho respirar. Los brazos de su luz me han hecho levantar de una cama de sábanas tristes, mojadas por una tormenta de llantos y rotas por los gritos que producen el dolor que no se siente sino en el más profundo interior.

Hoy el sol me ha acariciado la cara, con dulzura... tiernamente. Y es que el rayo madrugador, que toma fuerza con cada segundo que le regala mi reloj, me ha gritado que el sol ha salido para mi, que el brillo de su rostro me lo dedica, porqué según me ha dicho, el sol detesta no verme feliz.

martes, 3 de febrero de 2009

Acabada de salir del horno...

Aquí tenéis la más reciente...

Sueño que despierto y te he olvidado
que abro los ojos y no te veo
ni te busco, ni te intuyo, ni te anhelo.
Sueño que despierto y no te beso.

Sueño que duermo y no quiero despertar
porqué la conciencia sin ti es mi tormento
porqué mi conciencia sin tu presencia
no la quiero sentir más.

Me duele cada hora que no estoy a tu lado
cada minuto que en agonía vivo
cada segundo que inunda mi reloj de sangre
y cada instante que navegante me aleja de ti.

Engañarme y quererte olvidar
mientras muero
porqué aunque no quiero
no puedo dejarte de amar.

Hacía tiempo que no escribía nada, y hoy por fin lo volví a intentar. Cada vez que escribo es una terapia que me ayuda y que me enseña, y sobretodo que me ayuda a comprender que pasa por dentro de mis entrañas y me descubre mis sentimientos más profundos. La escritura me acompaña en cada etapa de mi vida, y he de reconocer que en la actualidad me hacían falta textos, pues aquí el último... recién salido del horno.